La electricidad estática es la carga eléctrica acumulada en una superficie aislante que evita que esta se descargue. Aunque aparentemente no resulta peligrosa, puede tener efectos nocivos si estas cargas se acumulan en exceso y tiene contacto con algún elemento sensible a esta carga. Por eso algunas superficies nos dan un chispazo al acercarnos y descargar su electricidad en nosotros. Esta descarga puede hacer inservibles algunos componentes electrónicos, como piezas que se encuentran en circuitos de ordenadores.
En las fábricas de componentes electrónicos es necesario que se instalen tapetes antiestáticos para que ninguna carga que pueda generar el cuerpo pueda afectar al montaje de las placas integradas que se montan después en todo tipo de aparatos.
También hay que tener un especial cuidado en zonas en las que se pueden generar gases, como gasolineras y talleres, ya que una chispa por pequeña que sea podría provocar una explosión. Colocar tapetes antiestáticos en lugares como esos también es importante.