En el invierno el clima se seca y las enfermedades respiratorias son más comunes, afectando principalmente a los recién nacidos. El bebé, especialmente en los seis primeros meses, sufre mucho con los cambios de temperatura y con la nariz constantemente obstruida. Esto ocurre porque, en la barriga de la madre, está envuelto por el líquido amniótico, que, entre otras funciones, ayuda a mantener la temperatura adecuada dentro del útero. Al nacer, el bebé extraña esa sensación térmica. Por eso, es importante estar atento a todos los detalles como la ropa, el baño, las salidas, en ese período para garantizar que su hijo quede bien calentito en los días fríos.
Cuidados esenciales en el invierno
1 – Ropa: la mejor opción es vestir al bebé en capas. Puede colocarle un body por debajo, un pantalón y un enterizo encima. Opte por aquellas de algodón, pues la lana puede dar alergia y resecar la piel, y el nilón no es adecuado para temperaturas bajas. Como los bebés pierden mucho calor en las extremidades, las manos, los pies y el cuero cabelludo se vuelven más helados. Por lo tanto, al salir, colóquele guantes, calcetines y gorros. Hay también algunos modelos de enterizos que vienen con un acabado en la empuñadura que permite doblarlo por encima del enterizo, funcionando como una especie de guante. Es una opción más práctica.
2 – Cuidado con exagerar: Es importante mantener siempre un ojo en la temperatura del bebé, el cual debe estar entre 36,5 y 37,2 grados. Si el bebé empieza a transpirar o se muestra irritado sin motivo, por ejemplo, puede que tenga calor. En estos casos, retirele una capa de ropa.
3 – Baño: antes de comenzar el baño, caliente el agua para evitar el choque térmico entre el agua y la piel del bebé. Esto trae una sensación más agradable para el niño. El mejor horario es entre las 15h y las 16h, con el agua alrededor de 37ºC. No lleves juguetes al baño, eso distrae al niño y hace que el baño sea más largo. En esa época del año los baños tienen que ser rápidos.
4 – Salidas: lo ideal es evitar lugares aglomerados por lo menos hasta los dos primeros meses, cuando el recién nacido tome la vacuna Pentavalente (contra la difteria, el tétano, la tos ferina, infecciones causadas por Haemophilus influenzae tipo b y la hepatitis B).
Paseos antes de las 10h y después de las 17h no son buenos, pues en esos períodos del día las temperaturas están más bajas, con más viento. Evite, también, salir con el bebé después de bañarlo.
5 – Cochecito: cochecitos en el mercado están generalmente bien adaptados a las bajas temperaturas. Elija uno que tenga protector para lluvias y el frío o compre un protector individual que se adapte al modelo que usted ya tiene. ¡Sólo tenga cuidado de no sofocar al niño! Los protectores deben siempre tener aberturas en los laterales para la circulación del aire.
6 – Cuna: a la hora de dormir, vista a su hijo en capas, como ya hablamos, coloquele primero el body, después el pantalón y encima una pijama gruesa que caliente bien al bebé. Los enterizos de franela son excelentes opciones.
Nada de cubrir a su hijo con mantas o edredones para evitar la sofocación. Si está muy frío, puede recurrir a los sacos de dormir.
7 – Visitas: es común que los familiares y amigos vayan a visitar el recién nacido, pero se necesita un poco de cuidado. Es bueno evitar el contacto con personas gripadas, con tos y coriza, que dejan el virus en el aire y pueden contagiar al bebé.
8 – Apueste en la mejor comida: si su bebé ya pasó la época de la lactancia materna exclusiva, algunos jugos y otras recetas pueden ser grandes aliados para aumentar su inmunidad en el invierno. Infórmese sobre ellos y déle lo mejor a su bebé!
9 – Mantenga las manos desinfectadas siempre: Esto vale para todos los días del año, por supuesto, pero vale la pena reforzarlo en el invierno, cuando las posibilidades de contaminación son mayores. Entonces, antes de tomar al pequeño en brazos, lávese las manos y mantenerlas siempre limpias, especialmente después de que vuelva de la calle. ¡Y no tenga vergüenza de pedir esto a las visitas que desean ver al bebé también!
10 – No se olvide de los baños de sol: este consejo parece de verano, pero es muy importante que se de en el invierno también. La exposición al sol (con la debida precaución, por supuesto) es la forma más eficiente de absorber la vitamina D, nutriente necesario para nuestro crecimiento (y, por lo tanto, tan fundamental para los pequeños). Así que no se olvide de los baños de sol en el invierno!