Calzado de seguridad

El calzado y la protección de los pies se remontan a principios del siglo XX, cuando los equipos de seguridad industrial se convirtieron en un problema. Anteriormente era más barato reemplazar a un trabajador lesionado que introducir medidas de seguridad.

Las primeras botas protectoras fueron botas de madera, llamadas zuecos. Un zueco puede definirse como una especie de zapato simple, conformado y ahuecado a partir de un solo bloque de madera, tradicionalmente utilizado por los campesinos franceses y bretones. Estos protegían a los trabajadores de la caída de objetos.

Los sables protegían a los agricultores en el campo de objetos punzantes y de los dedos de los pies en caso de que un caballo o una vaca los pisaran. Durante la primera revolución industrial, los trabajadores utilizaban zuecos para destruir la maquinaria, lanzándola a los engranajes de las fábricas para detener la producción. La palabra sabotaje proviene de esta actividad.

Estas botas fueron inventadas al final de la Segunda Guerra Mundial en Alemania. Originalmente estaban destinados a ayudar a los trabajadores a protegerse a sí mismos mientras trabajaban. Antes de que estas botas fueran inventadas, los trabajadores usaban botas de cuero o zuecos de madera. Actualmente, sin embargo, varios otros usuarios, incluyendo civiles y personal militar, utilizan estas botas.

El nacimiento de la seguridad en los pies

La historia de las botas de seguridad se remonta a principios del siglo XX, cuando la gente empezó a abordar las cuestiones de seguridad industrial. Durante este tiempo se promulgaron las leyes sobre indemnización. Antes de este período, reemplazar a un trabajador lesionado era más barato y más rápido que introducir medidas de seguridad. Sin embargo, los costos de responsabilidad civil hicieron que muchas grandes compañías comenzaran a concentrarse en tener equipos que fueran más seguros de usar que antes.

En la década de 1930, se comenzó a comerciar botas con punta de acero resistentes al trabajo pesado. Las botas de marcha alemanas que utilizaron los oficiales que no fueron comisionados en la Segunda Guerra Mundial también fueron reforzadas con punteras metálicas.

Las leyes internacionales decretaron el sistema de seguridad. Se creó una administración para garantizar el cumplimiento de las normas de seguridad en el lugar de trabajo. Estas normas incluían las que exigían el uso de calzado de protección en los lugares en los que existía la amenaza de lesiones en los pies. El calzado de seguridad es hoy en día un requisito obligatorio en muchas industrias como la construcción y la minería.

Hay dos categorías principales de lesiones del pie relacionadas con el trabajo. La primera categoría incluye lesiones en los pies por punciones, aplastamientos, esguinces y laceraciones. Ellos representan el 10 por ciento de todas las lesiones incapacitantes reportadas. El segundo grupo de lesiones incluye las que resultan de resbalones, tropiezos y caídas.

Ellos representan el 15 por ciento de todas las lesiones incapacitantes reportadas. Los resbalones y caídas no siempre resultan en una lesión del pie, pero la falta de atención a la seguridad del pie juega un papel importante en su ocurrencia.

Es importante asegurarse de que la empresa o compañía que proporciona el equipo de seguridad es apta para el propósito o el uso.

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