Los robos a domicilios han ido aumentando en los últimos años, producto de la pericia que constantemente están desarrollando los delincuentes y las nuevas técnicas que han creado para intentar acceder a las casas. Como consecuencia, especialistas en cerrajería y fabricantes con gran trayectoria han creados mejores y más efectivas cerraduras para mejorar al máximo la seguridad de las viviendas.
Actualmente unas de las técnicas más usadas por los ladrones es el llamado “bumping”, que consiste en introducir una llave por la ranura de la cerradura, la que será golpeada repetidas veces y manipulada para forzar que los pitones encajen, y de esa forma girar el engranaje. Para ahuyentar a los maleantes especializados en esa técnica, se pueden realizar dos cambios claves en las puertas. El primero de ellos consiste en instalar un escudo protector alrededor de la cerradura. Eso resulta sumamente eficaz, dado que los delincuentes necesitan saber la marca del bombillo, ya que cada mecanismo central de las cerraduras posee un tipo de llave que hace funcionar la técnica “bumping”. Al no conocer con qué marca de cerradura están trabajando, se les hará más complicado el intentar acceder al recinto por esa puerta, y como usualmente los ladrones solo buscan trabajos fáciles que les tome poco tiempo, posiblemente abandonen el intento de robo. Para mejorar aún más la seguridad, se puede instalar un bombillo “antibumping”, que además de ser reforzado con acero en su interior, ofrece un sistema más intricado de pitones, con llaves virtualmente imposibles de reproducir.
En conclusión, la cerradura “antibumping” es uno de los elementos más fiables contra los diferentes tipos de técnicas usadas por los ladrones. Esta medida, por los distintos mecanismos que incorpora, disuadiendo a los delincuentes que no sabrán a qué se enfrentan, es una buena alternativa al momento de seleccionar una cerradura para mejorar la seguridad de su vivienda.