En un buen círculo amistoso nunca sobran las reuniones y nunca puede faltar un mazo de cartas. Sin importar procedencia, siempre existen excusas para beber y socializar. Así, cualquier reunión de un círculo amistoso puede dar origen a un Círculo Vicioso.
Es un juego ideal para grupos grandes y no se necesita más que el mazo, la bebida y las ganas de jugar. Sentados en círculo, obviamente, se empieza a pasar el mazo de forma consecutiva. En caso de que dos jugadores seguidos, casualmente, se topen con la misma, ambos deben beber durante los segundos que sumen las cartas. Pero antes de beber, el siguiente jugador debe tomar una carta de la baraja, en caso de tener la misma pinta ¡Los tres beben! Y si casualmente el cuarto jugador también se topa con la misma pinta ¿Adivinaron? Los cuatro beben durante los segundos que la suma indique, ahí comienza el vicio, pues así ocurre sucesivamente.
El vicio de las pintas no termina ahí, se pone más interesante cuando los naipes se ven borrosos y eres el siguiente. Pero el juego no se resume a las pintas, pues si dos jugadores consecutivos sacan la misma carta, de distintas pintas, deben beber la suma de sus cartas. Pero se pone más interesante cuando el tercero obtiene la misma carta, pues se duplica la apuesta. Es decir, si el primer jugador obtiene un 5 de copas y el segundo un 5 de bastos, beben 10 segundos. Pero si el tercero obtiene el 5 de espadas. Pues: 5+5+5= 15 x 2 = 30 ¿Parece mucho? Mucho sería que el cuarto jugador encontrara el 5 de oro y les toque buscar toda la bebida que encuentren en la casa. También deben tomar en cuenta lo difícil que puede ser sumar y multiplicar bajo los efectos del alcohol.