Las herramientas son una de las inversiones más importantes que podemos hacer para nuestros hogares pues no solo se tata de comprar tal o cual herramienta sino que su valor no se pierde en el tiempo como sucede con los recursos tecnológicos u otras inversiones, por eso te presentamos algunos consejos sobre el cuidado de las herramientas de uso frecuente.
Para quitar el óxido de las herramientas
Sumergir la herramienta por unos unas horas en un recipiente lleno de coca cola. Al retirarla del envase la mayor parte del óxido se habrá desprendido y sedimentado en el fondo, para eliminar el resto del óxido, frotar con cepillo metálico o papel de arena, luego lavar bien con jabón detergente o liquido lavaplatos. Para finalizar, pulir la herramienta con algún lubricante de metales y secar lo mejor posible. Quedará como nueva.
Extraer un tornillo que se ha pegado sin dañar el desarmador
Sobre el tornillo pegado, si está fijado con material plástico como silicona, pegamento o vulcanizado de goma, se riega tinner sobre la cabeza del tornillo y sus alrededores y se deja actuar por unos minutos, si esto no funciona, limpiar bien los restos del disolvente y calentar el tornillo con un soplete o mechero, así el material que lo tiene fijado se disolverá y el tornillo podrá sacarse. De esta manera la punta dentada o estriada del desarmador no se dañará ni se quiebra el mango.
Limpiar brochas y pinceles
En general, el procedimiento es sencillo y de conocimiento común, pero aplicar dos cosas adicionalmente puede facilitar el trabajo, lo primero es limpiarlo con un trozo de tela, así la pintura sobrante saldrá y solo quedara con residuos. Seguidamente se realiza el lavado bien sea con agua y jabón o con solvente, de acuerdo al tipo de pintura. Pero terminado este proceso, se tiende a guardar en el cajón de herramientas o en su puesto habitual, lo que hará la diferencia es cubrir las cerdas con plástico y después guardar, de ese modo no recibirá aire que termine de secar rápidamente los restos, sino que se secará lentamente y luego saldrán como polvo al sacudirse.
Lavar las herramientas de albañilería
Lo primero es eliminar todos los restos de cemento con agua clara, si se han empezado a endurecer, sumergir la herramienta en agua con cloro y un chorro de solvente, con mucho cuidado de los gases que esta mezcla química produce. También se puede emplear el líquido destapador de cañerías para este fin. Dejarla unos minutos y volver a enjuagar con agua clara. Para cuidar de que no se oxide la herramienta, se le frota aceite o grasa para metales con un pañuelo antes de guardarla.