Los fondos de arte han existido durante siglos, pero durante las últimas décadas se han convertido en una buena forma de inversión. Funcionan como fondos de inversión privados: los inversores, generalmente trabajando con un asesor, aportan el dinero, y un equipo profesional adquiere alguna obra de arte como inversión de ése dinero.
Algunos fondos de arte intentan colocar las obras adquiridas en museos, para mejorar su procedencia y valorizarlas más. Luego tratan de venderlas a mayor precio para obtener un beneficio (generalmente entre 5 a 8 años después). Algunos se centran en un solo medio, mientras que otros, como el conocido Fondo de Bellas Artes de Londres, resultan muy diversificados. Estos fondos proporcionan una oportunidad de tener una propiedad parcial, y son relativamente accesibles a un mayor número de la personas.
Los gestores de fondos deben ser diligentes en el análisis de tendencias y mercados -seguimiento de subastas, observación y análisis de las galerías- ya que su función es predecir cuándo una determinada obra alcanzará su máximo valor para venderla con fines de lucro.
Como todo tema de inversión, este no escapa a incluir ventajas y desventajas, por lo cual se plantean las siguientes:
Ventajas de los fondos de arte:
Existen pocos obstáculos para acceder a un fondo de arte, ya que las inversiones son mínimas y suelen ser inferiores a lo que cuesta una sola obra de arte, por lo que los inversores no tienen que preocuparse por los temas que acompañan a la posesión del buen arte, como lo son el seguro y el mantenimiento.
En los casos en que las obras individuales de los artistas más importantes resultan cada vez más inaccesibles, los fondos artísticos proporcionan un sistema de participación y una oportunidad para adquirir una propiedad parcial.
Desventajas:
No todos los fondos están bien administrados. La cautela e investigación minuciosa es necesaria antes de invertir, debido a que han sido reportados algunos casos de estafas.
Los fondos de inversión de arte se asemejan un poco al salvaje oeste: Son impredecibles. En grandes partes no regulados y dominados por especuladores. Aún representan una fracción minúscula del mercado general de fondos -un nicho de 1.300 millones de dólares-, sin embargo, el sector ha estado recibiendo mayor atención por parte de los expertos, en todas partes del mundo.
Queda de parte del inversor realizar una serie de análisis exhaustivos antes de adentrarse en éste inusual mundo de negocios, como lo es el fondo de arte.