Pudiéramos denominar este problema «pequeñas protuberancias alrededor de los ojos», ya que ésa es su apariencia. Los orzuelos son infecciones (generalmente por estafilococos) de las diminutas glándulas situadas en los párpados. De hecho son pequeños abscesos que forman protuberancias rojas y muy sensibles.
Adquieren su pleno desarrollo aproximado chalazión; aparece de manera más lenta, en varios días e incluso algunas semanas, y no se caracteriza por enrojecimiento ni dolor. El chalazión a menudo exige un drenaje por parte del médico, en tanto que, en su mayoría, los orzuelos responden satisfactoriamente al tratamiento casero.
Sin embargo, el chalazión no precisa de atención médica urgente y, mientras se visita al médico, pueden someterse a un tratamiento paliativo en casa.
Las lágrimas son el sistema de lubricación del ojo. Producidas continuamente por las glándulas lagrimales, pasan a través de los conductos lagrimales a la nariz.
Al nacer el niño, estos conductos no están aun completamente desarrollados, por lo que las lágrimas no tienen salida; a veces las lágrimas se acumulan en el mencionado conducto, que al ingurgitarse, forman un reborde a un lado de la nariz, junto al ángulo interior del ojo.
La protuberancia no presenta rubor ni sensibilidad, a menos que se haya producido una infección. En su gran mayoría los conductos lagrimales establecen espontáneamente su permeabilidad durante el primer mes de vida; aquellos que precisan de cierta atención responden al tratamiento casero.
Antes de que el recién nacido cumpla un mes de vida, rara vez se observa que le ruede una lágrima por las mejillas, porque las glándulas producen sólo un reducido volumen de lágrimas.
Los orzuelos y la obstrucción de los conductos lagrimales no afectan el globo ocular, por lo que ningún problema de éste debe atribuirse a las anomalías aquí descritas, siempre relativamente insignificantes.
Tratamiento casero
Orzuelo. Conviene aplicar compresas húmedas calientes durante 10 ó 15 minutos, por lo menos, 3 veces al día. Como en cualquier absceso, las compresas tienen la finalidad de facilitar el drenaje de la lesión, ya que ayudan a que madure; esto significa que el absceso se desarrolla en forma de una protuberancia en punta, lo que adelgaza notablemente el tejido sobre la lesión, quedando el pus muy próximo a la superficie.
Una vez formada la punta, la lesión suele drenar espontáneamente. De no ocurrir así procede que el médico abra la piel con una lanceta. La mayoría de los orzuelos drenan sin necesidad de intervención, ya sea internamente hacia el ojo o externamente hacia la piel. A veces el orzuelo desaparece antes de elevarse y drenar.
En cambio, los chalaziones generalmente no responden a las compresas calientes, aunque éstas no son perjudiciales. Cuando no se observa ninguna mejoría en 48 horas, es preciso acudir al médico.