La primera de estas otras realidades es que tras salir del trabajo muchos de nosotros, de lo que menos ganas tenemos es de llegar a casa, dejar todas las cosas con las que hayamos trabajado, coger nuestra bolsa de deporte y acudir al gimnasio, que en muchas ocasiones no nos queda cerca de casa. Al final acabamos por dejar las cosas, darnos una ducha y sentarnos en el sofá para relajarnos.
Otra realidad es que los gimnasios y clubes deportivos tienen unas tarifas que resultan muy elevadas para la mayoría de los aficionados, sobre todo porque hay que pagar la cuota todos los meses, vayamos o no vayamos, y en esos casos el coste de una hora de ejercicio efectivo resulta muy caro.
La solución puede ser comprar nuestro propio equipo de gimnasio con el que poder hacer deporte nada más llegar y ahorrarnos todas las cuotas del gimnasio.