Una bodega puede ser un buen lugar en el que poder tener guardadas todas nuestras cosas como la ropa de fuera de temporada, herramientas o cualquier otro tipo de artículo que no usemos en determinado momento pero que necesitemos en algún otro. Para ello podemos aprovechar algún lugar de la casa que podamos dedicar a estos menesteres y equiparlo convenientemente, con paneles aislantes que impidan que los cambios bruscos de temperatura y humedad, así como tapetes dieléctricos para colocar en el suelo y adaptarlos a la bodega conforme al tamaño que queramos.
También podemos colocar estanterías para aprovechar lo mejor posible el espacio destinado a la bodega, que también se puede usar para almacenar alimentos no perecederos en grandes cantidades, aprovechando las ofertas de los supermercados y de este modo podremos ahorrar en este tipo de alimentos siempre y cuando llevemos un buen control de las fechas de caducidad y tengamos delante las que caduquen primero. Además podremos guardar botellas de bebidas que también tendrán una gran duración, como los vinos o los refrescos.
Construir una bodega puede ser además un experiencia muy gratificante al ver el resultado de nuestro trabajo, sobre todo si hemos obtenido el que deseamos.