Decir que la medicina ha evolucionado muchísimo en los últimos 100 años no sería realizar ningún descubrimiento sin igual. A decir verdad por la cantidad de grandes descubrimientos y altamente beneficiosos para el organismo, así es.
Pese a esta gran cantidad de avances conseguidos, son muchas las mujeres que desconocen el papel esencial que tiene el ácido fólico de cara a mantener una gestación sana. Distintos descubrimientos científicos, han venido a hacer alusión entre la relación existente entre la ingesta de ácido fólico y la prevención, sin ir más lejos de distintos defectos congénitos como pudieran ser los del tubo neural.
¿Cómo tomarlo?
Respondiendo a la cuestión de, ¿cuando empezar a tomar ácido fólico?, se recomienda que todas las mujeres que estén en edades de ser potencialmente madres añadan a sus dietas la cantidad de 0,4 mg como mínimo durante los 3 meses anteriores a quedarse embarazadas y también, posteriormente, en los 3 primeros meses.
Incorporando el ácido fólico a su dieta
Puede incorporarse a la dieta a través de un gran número de alimentos que contienen ácido fólico como por ejemplo los siguientes: espinacas, plátano, espárragos, lentejas, brócoli, cítricos, aguacate, guisantes, pan industrial, coliflor, betabel, elote, apio, calabaza o zanahoria entre otras muchas posibilidades.
Lo ideal es que la mujer acuda a la consulta del ginecólogo para conocer más acerca de su caso concreto e informarse. Posteriormente, puede ir añadiendo estos alimentos a su dieta diaria para incorporar las cantidades mínimas recomendadas de ácido fólico, es decir, 0,4 mg.
Puesto que no todos los alimentos tienen las mismas propiedades, no todos han de prepararse de la misma forma. Se ha de tener en consideración que cada uno de estos alimentos se debe preparar de una forma determinada. Así por ejemplo, se recomienda que las zanahorias se consuman crudas, mientras que otros alimentos deberían de por ejemplo hervirse.
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¡Muy buen post! El ácido fólico es ideal a la hora de mantener una gestación sana, ayuda a prevenir posibles problemas o defectos del nacimiento del bebé, como pueden ser defectos en el cerebro y en la columna vertebral.