Después de un agotador día de trabajo o estudio, todos queremos llegar a ese lugar íntimo llamado habitación. Siendo el objeto principal de nuestro dormitorio el brindarnos un espacio cómodo, cálido, acogedor y donde podamos descansar a gusto, resulta una excelente idea revestir el suelo con madera. Además de proporcionar un ambiente visualmente muy agradable, la madera tiene la propiedad de generar una agradable sensación de calidez, muy gratificante en la época de invierno.
En lo que se refiere al color de las paredes, estas deben ser de colores claros, como el crema, el azul o verde suave, el blanco o cualquier tono pastel, debido a que los colores oscuros, en contraste con la madera del suelo, resultan en la sensación de pesadez del ambiente.
Para la cama y los otros muebles no es recomendable utilizar madera en exceso, ya que el ambiente se verá sobrecargado. Es importante no recargar la habitación con demasiados detalles en el mismo material para que se sienta liviana e invite a relajarse y a descansar. Si nos gusta leer antes de dormir, quizás podamos colocar una pequeña repisa, con dos o tres ejemplares, y complementar con una pequeña lámpara en la mesita de luz.
Puede utilizarse una alfombra para dar un toque distinto, siempre en contraste con el color que hayas escogido para el suelo, pudiendo ser ácido e intenso si es de madera clara, pero suave y claro si el tono es oscuro. Es válido colocar una alfombra más grande que la cama, que sobresalga a los lados y al pie, o también utilizar combinaciones de varios tapetes, más pequeños, ubicados en las áreas de mayor tránsito.
Otro aspecto importante lo constituyen los colores que se coloquen en la ropa de cama. Nunca deben utilizarse colores oscuros que resulten pesados y resten luz al espacio, siendo lo indicado sábanas y edredones en colores claros y que puedan contrastarse con cojines en tonos más fuertes.
Los cuadros, espejos y fotos con marco de madera pueden dar carácter personalizado a la habitación y pueden coincidir con el color del suelo. Por tratarse de un lugar para el descanso, la decoración debe ser sutil y discreta, que invite al relax y no que excite los sentidos. Los detalles han de ser pequeños y delicados, y si de dar contundencia se trata, ésta debe centrarse en un solo objeto, como una obra de arte que imprima fuerza.
Muy de moda es el llamado estilo nórdico, donde el blanco es el color predominante, ya que aporta amplitud y luminosidad. Los techos y las paredes también pueden estar revestidos en beige, marrón o gris muy claro, los muebles suelen ser de líneas rectas y sencillas y con aspecto ligeramente envejecido. El mobiliario se inspira en la naturaleza, elaborado en maderas naturales, colores pasteles y diseños minimalistas que brindan la sensación de calma y serenidad.
Indiscutiblemente, colocar suelo de madera en el dormitorio resulta una excelente inversión que, si bien no resulta muy económica, aporta un plus a nuestra casa.