Cuando tenemos algún problema legal o una situación en la que debemos ser representados colocamos nuestra confianza en manos de nuestro abogado. Pero qué hacer cuando no nos representa como debe ser y como consecuencia no solo no ganamos nuestro caso, sino que nos vemos perjudicados.
Pues bien podemos demandarlo, no es asunto sencillo, pero si estamos realmente convencidos que su actuación no fue la correcta y sobre todo tenemos pruebas contundentes para demostrarlo, es posible hacerlo.
En primera instancia debemos asegurarnos que nos encontramos frente a un caso de mala práctica. Los abogados deben regirse por las normas del colegio de abogados del país donde reside por lo que puedes asesorarte con ellos para que tengas una primera opinión experta y sobre todo objetiva sobre el comportamiento de tu abogado.
La principal obligación del abogado es velar por los intereses de su representado, actuar con rapidez, no ejercer ninguna acción que vaya en contra de los mismos, respetar las decisiones de su cliente y contar con la competencia necesaria y pericia para su representación.
Acciones tales como no acatar las órdenes del tribunal, obtener beneficios personales si pierde el caso, no notificar sobre propuestas de conciliación entre las partes, utilizar tu dinero sin autorización, son conductas penadas.
Si ha revelado información confidencial del caso, si oculta información o te miente sobre el estado de tu situación, si pasa meses sin ejercer ninguna acción a tu favor también está incumpliendo su contrato contigo.
Si decides ejercer una acción legal en contra de tu abogado, debes ser capaz de reunir la mayor cantidad de pruebas posibles, testigos y todo aquello que apoye tu caso. Solicita una copia de tu expediente y busca un abogado especializado en este tipo de demandas, ya que son realmente difíciles de ganar.