Cualquier ciudadano puede entablar una demanda contra el estado si sufre algún daño por causa de la negligencia o descuido de funcionarios públicos, fallas en los servicios o bien por incumplimiento de contratos.
Dependiendo de cada país y sus leyes las razones por las que se puede demandar al estado son distintas, así como los procedimientos para llevar a cabo dicha demanda.
Países como EEUU cuentan con un riguroso sistema judicial en el que los ciudadanos que han sido afectados por alguna acción u omisión del estado, demandan al mismo y en muchos casos ganan el proceso, obteniendo la indemnización solicitada.
En países de América Latina estos procesos son llevados de manera diferente y en casos como el de Venezuela se convierte en una tarea titánica y casi imposible, ganar una demanda contra el estado.
Aun cuando dentro de su marco legal el estado venezolano admite que puede ser demandado por excesos, omisiones y faltas de la administración pública, menos del 1% de los casos presentados han sido ganados por los demandantes.
Con estas cifras no resulta nada alentador pensar en demandar al estado más sin embargo es importante que los ciudadanos tengan conciencia que están en todo su derecho de hacerlo.
En Colombia, por el contrario, las demandas al estado parecen ser populares y algunos entendidos en la materia dicen que han representado un gasto considerable para la nación convirtiéndose prácticamente en un negocio.
Es así como personas que fueron encarceladas y luego declaradas inocentes sin que se haya podido comprobar responsabilidad en los actos que se le imputaban establecieron una de las demandas más costosas para Colombia.
En los países democráticos los ciudadanos tienen el derecho de ejercer acciones judiciales en su contra si se han visto afectados a causa de una mala gestión publica.