Se ha dicho que «los buenos artistas toman prestado y los grandes artistas roban». Si eso es cierto o no es irrelevante, pero lo relevante es que si has inventado o creado algo, es tuyo. Incluso si otros no están de acuerdo, usted está protegido por los estatutos legales de los derechos de propiedad intelectual. Sin embargo, las ideas creativas, sin importar cuán originales sean, son intangibles y probar que algo fue tuyo primero puede volverse turbio y difícil de probar. En algunos casos, es necesario contratar a un abogado para asegurarse de que usted y su creación estén debidamente protegidos contra posibles ladrones. Especialmente si su idea tiene la posibilidad de generar capital, deben existir ciertas defensas legales para asegurarle a usted, el inventor, que lo que ha creado es suyo y no debe ser copiado, diseñado de manera idéntica.
Hay dos tipos de derechos de propiedad intelectual, los derechos de autor y los de propiedad industrial, que defienden diferentes aspectos de la propiedad intelectual. La ley de derechos de autor establece que cualquier cosa de naturaleza artística, como las obras literarias o musicales, están protegidas contra la duplicación. La propiedad industrial, que consiste en cosas distintivas como marcas y símbolos, también se protegen. Nadie puede copiar el logotipo o el símbolo de una corporación sin ser considerado responsable de la infracción, ni nadie puede hacer pasar una canción de éxito como propia. Los derechos de propiedad intelectual protegen tanto a las personas como a las empresas en su conjunto.
Con el rápido ritmo de expansión tecnológica, las infracciones de derechos de autor e industriales son cada vez más frecuentes y es más importante conocer tus derechos como creador. Estas leyes existen para garantizar el crecimiento y la expansión de nuestras comunidades artísticas y para proteger a quienes participan. Para garantizar la protección más completa y completa disponible, puede ser necesario contratar a un abogado. Después de todo, nadie conoce la ley mejor que un abogado y para asegurarse de obtener el máximo nivel de defensa que nuestro sistema legal puede ofrecer, contratar a un abogado es la apuesta más segura.
No es difícil robar ideas y si su idea es financiable o importante para usted, es posible que necesite la ayuda de un abogado para confirmar que su propiedad está protegida por la ley. Lo más probable es que lo que ha creado sea importante para usted y posiblemente rentable para otros. Si es lo suficientemente importante para protegerse legalmente de posibles ladrones, entonces contratar a un abogado es una forma concreta de crear tranquilidad. Nunca la frase «una mente es algo hermoso para desperdiciar» ha tenido más significado y relevancia que cuando se habla de propiedad intelectual.