El temor más arraigado de un webmaster es recibir una penalización en su página web por los motores de búsqueda o Google, específicamente luego de un mal uso de posicionamiento. Algunas veces el error cometido es a conciencia –se sabe lo que podría suceder-, mientras que en otros casos por ignorancia, ya que se puede hacer uso de técnicas SEO que en algún momento fueron permitidas y, por cambio del algoritmo de Google, ahora resulten prohibidas.
¿Fui penalizado?
Algunos indicativos son claves para saber si has sido penalizado. Un diseñador web debe estar pendiente del tráfico orgánico procedente de Google. En el caso de que se reduzca, es una alarma. Otro factor es cuando no son visibles algunas o todas las palabras clave, algunas páginas desaparecen de los resultados de búsqueda, el dominio no aparece cuando se busca por su nombre o se desindexa del buscador.
Para que un buscador –y en este caso Google- te someta a sanciones, puedes haber cometido ciertos errores. Es posible que hayas creado enlaces artificiales para potenciar los rankings, exista una presencia excesiva de palabras clave con la intención de aumentar la relevancia, se copie el contenido textualmente de otras páginas, compres o vendas enlaces, hagas uso de textos ocultos, el contenido mostrado al buscador sea diferente al encontrado por el usuario, tener una cantidad de enlaces sin relación con el contenido al pie de la página, hacer uso de textos ocultos o tu SEO sea negativo.
Cómo proceder
Si definitivamente estás penalizado, entonces busca la actualización de Google causante de la penalización para recuperarte. Debes saber también cuáles son los efectos exactos de las actualizaciones o cambios que puedes buscar en Google, o utilizar información presentada en la página de Moz. Si la penalización es manual, la más grave y costosa de recuperar, te conviene limpiar el sitio de contenido incorrecto, adaptar el diseño, repudiar los backlinks de mala calidad y enviar una solicitud de reconsideración donde se explique cordialmente los cambios realizados, con la finalidad de que se suspenda la penalización. La carta debes enviarla a través de las herramientas para webmaster.
En el caso de una penalización automática, causada por el algoritmo de Google que detecta el incumplimiento de directrices –penalizándote automáticamente-, debes buscar y solucionar los vínculos tóxicos. Luego te toca esperar hasta que el bot de Google inspeccione tu página nuevamente. La penalización automática también es eliminada automáticamente por el bot.
Si has sufrido una penalización, entonces te conviene ponerte manos a la obra de inmediato. Investiga, documéntate y cuida la información que publicas y, por supuesto, el cómo la publicas, de modo de evitar futuras penalizaciones.