El arte teatral en la edad escolar

Junto a la expresión literaria, el drama o representación teatral constituye el aspecto más frecuente y extendido de la creación artística infantil. El arte teatral encuentra un lugar privilegiado en la infancia por que está basado en la acción, en hechos que realizan los propios niños, permitiendo que estos se identifiquen de un modo más cercano, eficaz y directo con las vivencias personales.

El drama, como forma de expresión de las impresiones vividas, dice Lyubov Petrova, yace hondamente en la naturaleza de los niños y encuentra su expresión de forma natural, con independencia de los deseos de los adultos. El niño expresa e imita las impresiones externas que percibe del medio que le rodea. El niño crea situaciones con la fuerza de su instinto y de su imaginación, e improvisa impulsos emosionales como heroísmo, arrojo, abnegación, entre otros… La fantasía infantil no se detiene en la esfera de los sueños, como sucede a los mayores. El niño quiere encarnar en acciones, en imágenes vivientes, todo lo que piensa y siente.

El anhelo de acción, de encarnación, de realización encerrado en el proceso mismo de la imaginación, encuentra en la infancia su realización más plena. Por ejemplo, el niño, que ve por vez primera un tren, dramatiza su representación, juega a que es locomotora, golpea, silva, tratando de copiar lo que ve y experimenta enorme satisfacción al hacerlo.

El teatro está más ligado que cualquiera otra forma de creación artística con los juegos, donde reside la raíz de toda creación infantil y es por ello la más sincretizada, es decir, contiene en sí elementos de otras diversas artes.

El teatro en la edad escolar es una creación hablada, dialogada, de los niños que la necesitan, la comprenden y que viene a ser como parte de un todo, algo así como preparación o parte integrante de un juego completo e interesante. La preparación del decorado, vestuario y demás, excita la imaginación y la creación técnica de los propios niños. Los niños dibujan, modelan, recortan, cosen y todo ello adquiere sentido y fin como parte de un conjunto, de un sentido que les interesa. Esto da como resultado, el propio juego, consistente en la representación por los actores, en una expresión total y definitiva.

Via El Almaden

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