A veces entrar a vivir en un piso ya amueblado suele ser una ventaja pero en ocasiones puede que los muebles que el casero buenamente nos deja, no sean de nuestro agrado. En estos casos podemos hacer uso de la pintura o bien del papel pintado, para renovar sin gastar y reciclar lo que tenemos. Vemos:
Esa cajonera que resulta muy útil pero que te horroriza su aspecto. Siguiendo unos sencillos pasos podemos personalizarla a nuestro gusto. Lo primero es elegir el tipo de papel que usaremos, una vez obtenido nuestro diseño tendremos que vaciar la cajonera antes de proceder a la aplicación del papel. Es importante estirar bien el papel para que no queden burbujas. Si queremos darle también una capa de pintura para darle un toque más antiguo o algún tipo de brillo, cabe recordar que se debe pintar siempre en la misma dirección para evitar esos brochazos que arruinarían la estética del mueble en cuestión. Es conveniente lijar la superficie a pintar, ya que debe estar completamente uniforme, para que la pintura quede bien.
Pasillo y entrada. Si lo que quieres es darle un toque nuevo al pasillo y a la entrada de tu casa, el papel pintado es una opción sencilla y más económica que la pintura. Si el pasillo es estrecho recomendamos que no lo empapeles al completo. Ni que utilices estampados verticales.
Dormitorio. Si tienes los techos altos y quieres darle un toque de calidez al dormitorio puedes pintar el techo y dejar las paredes blancas. Empapelar una parte de la pared y pintar la otra es una de las opciones más económicas para renovar la habitación. Si buscas algo atrevido puedes forrar los muebles con el mismo papel pintado que utilizaste en la pared.
Una alternativa al papel pintado son los vinilos adhesivos. Hay una gran variedad de diseños o incluso puedes diseñar el tuyo propio. Son una buena opción para las habitaciones de los más pequeños. Diseños Disney o del Principito harán que los niños hagan de su habitación su palacio.
Las lámparas decoradas con papel pintado son muy sencillas de hacer y puede resultar incluso una actividad en la que participen los más pequeños a modo de manualidades. Lo único que necesitamos aquí es una lámpara básica como las de Ikea y nuestra imaginación. Podemos recortar el papel dándole la forma que más nos guste.