Trabajar con materiales que no nos son familiares puede ser aterrador para muchas personas. Por ejemplo, la instalación de un mural para mejorar la estética o el estilo de una habitación de nuestro hogar, es algo que muchas personas evitan hacer por miedo a que no quede bien. Pero la verdad es que es un proceso muy sencillo que no requiere de experiencia previa, simplemente hay que tener un poco de noción para que quede bien nivelado y centrado, nada del otro mundo.
El arte de pared mediante la utilización de diferentes vinilos es diferente a la instalación de un foto-mural. En primer lugar, uno no está trabajando con una gran hoja adhesivas, si no que vamos a utilizar varias, en diferentes posiciones y lugares de una habitación, por eso es crucial presentarlas antes de colocarlas definitivamente. En segundo lugar, el aspecto creativo, divertido y conceptual, es lo que verdaderamente muestra nuestra personalidad y gustos, pero todo tiene que ir acorde, no podemos dejarnos llevar por el entusiasmo, es vital saber qué tipo de decoración o estilo tenemos ya y que tipo de vinilos van de acuerdo a lo que ya tenemos.
Comience con lo que da visualmente alegría a la vista, por ejemplo si te gusta el aire libre y vive en un apartamento en medio de la ciudad, la elección de un tema como un árbol puede ser una buena manera para comenzar a decorar la habitación donde nos relajaremos o mismo trabajaremos con el ordenador. Tendremos la oportunidad de elegir los colores que complementan la decoración existente.
En lo que respecta a la instalación de los vinilos solo debemos tener en cuenta, presentarlos antes de ser colocados, nivelarlos en el sitio correcto donde irán colocados y por último pegarlos bien a la pared. Por lo general cuando se compran vinilos para decorar la única herramienta que nos hace falta es una especie de espátula de goma dura, que sirve para alisar y ayudar a que se adhiera mejor el vinilo a la pared.
Foto de Masquevinilo