Las jarras térmicas normales que se fabrican con los mejores estándares de calidad tienen el mismo sistema de fabricación que sus hermanos mayores los termos. El interior donde estará alojado el líquido que queremos conservar nos recuerda a una bombilla, ya que está fabricado en un vidrio muy fino que nos hace darnos cuenta de la delicadeza de estos envases. Estas “bombillas” tienen una cámara, que realiza un efecto aislante. Además el vidrio de estas jarras térmicas tiene un color gris metálico y brillante debido a que está mezclado con plata o algún otro metal, que aísla las paredes y realiza un efecto “espejo” que consigue que el calor o el frío se disipe lo menos posible.
Otra característica de estas jarras térmicas es que la cámara que hay entre vidrio y vidrio no está llena de aire, sino que hay un vacío en su interior, que produce a su vez un efecto de aislamiento.