En la actualidad, los abanicos son elementos que complementan la moda, usados correctamente pueden reforzar la visión artística del diseñador en una pasarela donde sean utilizados como accesorios, o consolidar el estilo y la belleza de la mujer que sepa incorporarlo en su atuendo. Si el movimiento de la muñeca es dominado, pueden ejercer gran seducción y funcionar como un lenguaje autónomo, que transmitirá ráfagas de sensualidad en cada vaivén que sea producido, creando una conexión invisible que hipnotizará a su receptor, haciéndolo presa del deseo por conocer el misterio que puede llegar a provocar si es usado con destreza.
En el aspecto histórico, los abanicos tienen su origen en el antiguo Egipto como elementos para abanicar y dar sombra a los Faraones. Luego serían implementados en la cultura griega y romana. Entre estas dos etapas se daría un pequeño cambio en el diseño. Originalmente tenían mangos largos que necesitaban ambas manos para manipularse, para luego éste ser reducido y poderse usarse con mayor facilidad con una sola mano. Este cambio sería fundamental dado que es la forma más aproximada al modelo actual.
Conforme los siglos fueron avanzando, y las culturas empezaron a heredar sus costumbres y herramientas a las posteriores, el abanico aparecería en la cultura china y japonesa. Siendo piezas importantes en el apartado religioso, artístico e incluso como arma. Luego llegaría a tierras europeas, donde se haría bastante popular en España, encontrando grandes avances en el diseño y su uso como pieza complementaria para la vestimenta y en especial para la danza.
Los abanicos representan una herencia histórica para muchas culturas, cada una lo ha hecho destacar de una manera particular, pero en los últimos siglos casi siempre ha sido un elemento que complementa la belleza de la mujer, sirviéndole como un método de lenguaje alterno, que sólo ellas son capaces de dominar con elegancia.
Foto de http://tiendadeabanicos.com/
Foto de http://tiendadeabanicos.com/