Los generadores eléctricos de biomasa pueden funcionar de distintas maneras en base al proceso usado para la obtención de la energía eléctrica de la biomasa. Entre estos se destacan los siguientes tipos:
· Combustión: Se basa en la quema de los compuestos de biomasas para el calentamiento del agua, generando de por medio el vapor a alta presión, el cual posteriormente es condensado ya que encargará de mover una turbina. Tal turbina, al mismo momento, mueve el generador que será el que generará la energía eléctrica.
· Gasificación: Consiste en generar biogás que alimentan a uno o diversos motores encargados de accionar los variados generadores adquiriendo de esta manera la energía eléctrica. Asimismo, este proceso puede ser el más óptimo en caso de ceder al calor sobrante.
Según el método que se emplee para obtener energía, debemos seleccionar un tipo de generador eléctrica de biomasa, cabe destacar, existen variopintas características que tienen en común y facilitan su funcionamiento adecuado.
Por ejemplo, de manera habitual hablamos de un generador sincrónico trifásico auto excitado, en el que el rotor es el inductor y el devanado del estator se introducirá o producirá la corriente eléctrica.
De manera general, el funcionamiento de estos generadores es parecido al de los convencionales que se basan en la ley Faraday, con la diferencia única de que la fuerza que es recibida para efectúa el movimiento mecánico es provisto únicamente por el combustible de la biomasa, el cual es muchísimo más eficiente y limpio.
La biomasa procede de los desechos de los procesos naturales tales como la limpieza de la agricultura, del monte para la prevención de los incendios o los restos de maneras de trabajos artesanales como el serrín o pellets.
Es una materia orgánica que puede ser usada como fuente de energía energética, por lo que consiste en un combustible eficiente, seguro, barato, renovable, heterogéneo y es óptimo para su uso en relación a los precios de los grupos electrógenos
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