Considerada como una obra de arte de la arquitectura y la ingeniería, al Ciudad Perdida de Machu Picchu se encuentra ubicada en Perú, en el Departamento del Cuzco, Provincia de Urubamba.
Construida en algún momento del siglo XV sobre un promontorio rocoso que une las montañas de Huayna Picchu y Machu Picchu, al sur del país, es uno de los hallazgos arqueológicos más importantes hechos en el Nuevo Mundo.
Es un lugar realmente imponente que atrae a turistas de todas partes del mundo, de hecho es el destino turístico más de Perú. Actualmente ostenta el título de ser una de las siete maravillas del mundo, lo cual promueve aún más el turismo en la zona.
El antropólogo Hiram Bingham, de nacionalidad americana, fue quien tras su llegada abrió al mundo las puertas de esta ciudad, al promocionar el lugar tramitando los auspicios de la Universidad de Yale, la National Graographic Society y el gobierno peruano para poder comenzar el estudio del complejo arqueológico. Sin embargo es importante resalta que no fue él su descubridor, ya que en tiempos anteriores existían vestigios de que había sido habitada hacía poco.
Según los que ya han ido en varias oportunidades, la mejor época para visitarlo es de mayo a julio, ya que el pasto aún es verde, mientras que durante los días secos que van desde el mes de abril hasta octubre, el pasto se ve un poco amarillo y suelen haber algunas nubes en el cielo, para los amantes de la fotografía podría ser ideal. De noviembre a marzo es la temporada de lluvias, la cual no es muy recomendada, a pesar de que todo florece y está verde, por el riesgo a derrumbes.
Es importante que los visitantes tomen en cuenta la altura en la que se encuentra esta ciudad, por tal motivo al llegar a Cusco se debe descansar por lo menos un par de horas para luego salir a caminar muy despacio para que el cuerpo se vaya acostumbrando a la altura.
Otros consejos que podrían ser tomados en cuenta son: todos los servicios y trenes hacia Machu Picchu son diferentes en relación a sus categorías, ya que los que son bastante económicos por ejemplo suelen ser bastante incomodos y por otro lado aquellos que ofrecen impresionantes vistas del camino pueden llegar a ser muy costosos. Es importante contar con un buen guía ya que se recibirá mucha información en un corto tiempo. Por lo general el visitante se marea, pero no hay de qué asustarse, ya que es común debido a la altura.