Son las 8 de la noche. La señora de la casa está preparando la cena para acostar a los niños, que mañana tienen que levantarse temprano para ir al colegio. La abuela teje en su sillón una funda para los cojines. El perro está tumbado a los pies, calentándose con un trozo de manta vieja qye le han echado en el piso de hule.
”Niños, a cenar”- Dice la madre mientras termina de colocar los últimos cubiertos sobre la mesa.
Los niños guardan todos sus juguetes en el baúl y se dirigen al baño para lavarse las manos. Están muy bien educados. Tras terminar la cena, llega papá, justo a tiempo para ayudar a acostarlos. La más pequeña corre a abrazarlo mientras él coloca su sombrero en el perchero de la entrada.
“¿Qué tal te ha ido, cariño?”- Pregunta su mujer al darle un beso.
Los dos progenitores suben a los niños al piso de arriba para contarles una historia con la que les dormirán.