A esto se le puede conocer con varios nombres, entre ellos podemos hacer mención de firma de abogados, bufete jurídico, estudio jurídico o bufete de abogados, estamos hablando de una denominación que se utiliza con la finalidad de poder designar a empresas que nos ayudan brindando los servicios jurídicos con una planta fijo de abogados o letrados, estos se encuentran integrados dentro de la empresa, puede ser que estén ligados por medio de un contrato o también a través de un acuerdo expreso de asociación.
Lo más normal con este tipo de firmas, es que mientras los abogados poco a poco van ganando una mejor experiencia, tienen la oportunidad de poder ascender en la jerarquía que tiene la empresa, posteriormente pueden llegar a convertirse en socios o en miembros de determinado grupo interno de dirección. Si en algún caso un abogado pasara a formar parte de la sociedad y consiguiera tener un porcentaje de capital social dentro de la empresa, entonces todos sus ingresos se vincularían a los de la compañía. Un ejemplo es el bufete de abogados Navas & Cusí.
Los más común es que los bufetes de abogados tengan la oportunidad de poder escoger tipos societarios que son muy distintos a los habituales (es decir, la sociedad anónima o también la sociedad de responsabilidad limitada) y en muchas ocasiones suelen optar por las opciones que son menos reguladas, como ejemplo tenemos la sociedad colectiva o las sociedades comanditarias.
Este tipo de colectivos, tienen una utilidad para el cliente o usuario que les permite acceder a cierto grupo de abogados que pueden manejar diferentes áreas de derecho, entre las cuales tienen algunos con mayor o menor grado de especialización.
Aunque en muchas ocasiones una consecuencia es la despersonalización de la labor que llevan a cabo los abogados, a veces no se conocen íntegramente los casos de los clientes, sino solamente los que puede abordar.