Poco nos paramos a pensar en los materiales de los que están compuestas las superficies que hay bajo nuestros pies, pero lo cierto es que en muchas ocasiones son extremadamente importantes, tanto que nuestra salud depende en una gran medida del tipo de suelo que estamos pisando.
Los patios de juegos que hay en las calles y los parques hoy se forran de piso de goma porque nos hemos dado cuenta de que cuando un niño está jugando tiene una relativa facilidad para caerse al suelo y hacerse daño, y para evitar que los golpes que se dan contra el suelo les lesionen de gravedad se utiliza este tipo de materiales que absorben parte del impacto y de este modo evitan roturas o lesiones que podrían causar posteriormente problemas de consideración relacionadas con el desarrollo de sus huesos.
El asfalto de las carreteras se prepara pensando en el mejor agarre de los neumáticos de los vehículos que van a circular sobre su superficie, para evitar en la medida de lo posible que estos derrapen y se produzca un accidente.
Y los suelos deportivos están fabricados pensando en el golpe que sufre el pie cuando corremos o hacemos algún otro deporte.