Algunas veces nos vemos en situaciones peligrosas que ponen en riesgo nuestra seguridad y la de otros. En ocasiones las provocamos nosotros y en otros no podemos hacer nada por evitarlo. Cuando no podemos hacer nada es inútil preocuparnos por ello ya que no está en nuestra mano, pero en otras ocasiones en las que podemos hacer algo sería un error no hacerlo.
Por ejemplo a la hora de tener nuestro vehículo en buenas condiciones una revisión resulta de lo más aconsejable, por no decir imprescindible. Si sabemos que nuestro sistema de frenos no está en las mejores condiciones pero aún no nos pueden atender en el taller, al aparcar sería aconsejable calzar las ruedas con topes para estacionamiento, así evitaremos que el coche se desplace en caso de que alguien se apoye o cuando hay una pendiente. Tampoco está de más llevar un pequeño extintor en caso de emergencia con el que apagar pequeños conatos de incendio si hubiera algún fallo en el sistema eléctrico